Atentados en París. Ciento veintinueve personas muertas y más de doscientas heridas. Impresión fortísima en cada una de las personas que nos sentimos europeas.
A la mañana siguiente todos somos parisinos, estamos afectadísimos.
Sabemos que en Siria y paises de la zona mueren cada día, de la misma manera, muchas más personas (el día anterior, en concreto, hubo 43 muertos y 239 heridos en Líbano, en un atentado perpetrado por los denominados “terroristas del estado islámico”), pero esas muertes no nos conmueven. No los sentimos cerca, no son nuestros vecinos, aquella guerra no era un riesgo personal para nosotros. Ahora empieza a serlo.
Las personas que huyendo de esa guerra, de lo que han hecho un día en París y en su país están haciendo a diario, llaman a las puerta de Europa, rechazadas ya antes (España ha recibido 21 de ellas, después de meses de discusiones) ahora serán más rechazadas, porque hay quien dice que pueden ser terroristas: los obispos de Valencia y San Sebastián, Marine Lepen, algún concejal …
Y al día siguiente, a bombardear Siria con mayor intensidad. Ojo por ojo… y todos ciegos al final. Haciendo crecer la espiral de la violencia sin consideración a nada. Y sin recordar lo que supusieron las persecuciones romanas: sangre de mártires, semilla de cristianos. Cambiamos los nombres pero las realidades siguen.
Al día siguiente habían subido en la bolsa los fabricantes de armas. Siempre ganan los mismos.
Se utilizan las emociones más primarias para justifican lo injustificable. Y en pos de la seguridad que no se alcanzará nunca, perderemos la libertad y los derechos que nuestras constituciones avalan ¿o tendremos que decir avalaban? En Francia ya se habla de modificarla para permitir actuaciones de la policía. Y miren lo que decía el juez Trévidic, en una entrevista en Paris Match, el 25 de septiembre: (sic)
Francia es ahora el objetivo principal de un ejército de terroristas que dispone de medios ilimitados. Se lo digo como técnico: los días más sombríos están por llegar. La verdadera guerra que el EI busca desarrollar en nuestro suelo todavía no ha comenzado.
En la estela de los acontecimientos del pasado 7 de enero, los asesinatos de Charlie Hebdo y del supermercado Kosher, el poder ha decidido aprobar una ley que da todo el poder a los servicios de información al margen del poder judicial… El poder ejecutivo quiere disponer de servicios de información todopoderosos totalmente controlados por él. Los jueces especializados y su libertad de acción han sido descartados. Es confortable para un gobierno; muy peligroso para la sociedad. Yo me temo que se recurra cada vez más a esos métodos extrajudiciales, administrativos, sin recursos, arbitrarios.
Y por este camino estaremos otra vez en aquello que, erroneamente puesto que es de Martin Niemoller , se atribuyó a Bertolt Brecht:
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada
Para saber más:
- Siete artículos para entender Siria, el ISIS y los atentados de París.
- Voces se alzarán
- La crisis de Siria bien contada en 10 minutos y 15 mapas: