Ingredientes:

• Nata para cocinar o para montar.
• Huevos, en mismo peso que de nata.
• Harina, la que admita.
• Azúcar, dos cucharadas colmadas por cada huevo.
• Ralladura de cáscara de limón (sólo la parte amarilla)
• Bicarbonato sódico (con el mango de la cuchara, dos dosis por cada huevo). Se puede sustituir por levadura en polvo.

Preparación:

• Separar con cuidado las claras y las yemas, colocando las claras en un cuenco grande, en el que se hará la masa, y las yemas en uno pequeño.
• Mezclar las yemas con la nata y con la mitad del azúcar.
• Batir las claras a punto de nieve con la otra mitad del azúcar.
• Añadir a las claras la ralladura de limón, el bicarbonato o la levadura y las yemas con la nata, por este orden.
• Incorporar harina, a ser posible cernida con un colador, hasta que la masa esté a punto. Si queda un poco dura mejor que blanda, aunque luego cueste un poco formar las rosquillas.
• Para hacerlas, coger dos pizcas de masa y hacer dos bolitas con las manos (se hacen al mismo tiempo).  Ponerlas juntas, hacer el agujero con los dedos y estirar.
• Colocarlas en una bandeja hasta que se vayan a freir.
• Al echarlas a freir se pueden estirar un poco para facilitar que crezcan.

• Freir en abundante aceite caliente pero sin que humee.
• Colocar sobre papel absorbente.