Archivo por meses: marzo 2014

Dignidad

Una señora de cuarenta a tantos años me ha resumido esta mañana, de camino a su trabajo, su situación familiar:

  • Ella trabaja en una casa (servicio doméstico). Ocho horas al día, aunque cotiza por cuatro. Su jefe es sindicalista, de CCOO. Su horario depende del que tenga su jefa que es enfermera y trabaja en el hospital. Sueldo mensual: 340 euros.
  • Su marido lleva ocho años parado.
  • Una de sus hijas estuvo diez meses trabajando en el servicio doméstico y la despidieron con una indemnización de 80 euros. El jefe sindicalista de la madre le dijo que le correspondían 200, pero como ya había firmado… Ahora está estudiando un módulo. (CFGM)
  • La otra hija está yendo a clase de adultos para obtener el graduado. Tiene una niña de cinco años que es la alegría de la casa; en el colegio están encantados con ella. Trabaja en semana santa, ganando algo más de 200 euros que son un respiro. Lo que cobra por los puntos (la ayuda familiar) como ingreso extraordinario que es, se dedica el de verano para el material escolar y el de invierno para festejar su cumpleaños. No hay ayuda del padre de la criatura. Y no recibe ninguna ayuda social porque no ha cotizado tres meses.
  • Ahora están un poco mejor porque una semana que su marido trabajó pagaron el seguro del coche y desde entonces pueden ir a recogerla a su trabajo (ella no tiene carnet). Antes debía volver andando unos seis kilómetros, gran parte por carretera, sola, pasadas las diez de la noche, porque a esa hora ya no hay autobús.

Lo contaba con buen talante, sabiendo que la suya no es una situación extraordinaria, que muchas otras familias están en situación parecida y como ella la sobrellevan con dignidad. Nadie diría al verles las penurias que están pasando.

Es un caso entre muchos, pero contado en primera persona, impresiona. Sobre todo porque la protagonista, que está manteniendo una familia y no sólo económicamente, consigue pese a las dificultades disfrutar de lo poco que tiene y transmitir tranquilidad.

Que existan familias como ésta es una de las #MilRazones22M para las Marchas de la Dignidad que hoy confluyen en Madrid y los medios tradicionales están obviando

 

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Esto lo escribe Javier Santos:

Vengo henchido por la alegría 

saciado de dignidad 
orgulloso de haber dado la cara 
de gritar ante la injusticia 
y combatir a la indecencia. 
 
Crucé las tierras de España 
compartí la jornada de lucha 
alcé mi bandera al viento 
y miré de frente a la gente, 
la buena gente que no consiente. 
 
Jugarón con los lobos y miedos, 
pero las columnas no paramos, 
no nos pudo el desprecio 
y tampoco la sinrazón 
de gobierno sin corazón. 
 
Dignidad, dignidad, dignidad, 
con esta palabra en los labios 
lanzamos al limpio cielo de pueblo bravo 
y así Madrid tomamos.
Ole y ole»

Lecturas

Sigo recomendando libros, esta vez sólo por el placer de leer:

El juego de Ender es una novela de ciencia ficción. En ella se presenta un mundo futuro en el que la humanidad está en peligro por el ataque de una civilización extraterrestre (los insectores). Para luchar contra ellos entrenan a niños superdotados desde muy pequeños.

41+8cZQyMiL A Ender Wirggin, tercer hermano en un mundo en el que sólo excepcionalmente se permite que haya un tercero, concebido expresamente tras considerar inadecuados, aunque excepcionalmente buenos, a su hermano por carecer de empatía y a su hermana por tener demasiada, le seleccionan a los 6 años.

La novela describe la selección, el durísimo entrenamiento (basado en un videojuego en el que las dificultades aumentan sin cesar, hasta la extenuación), las crisis emocionales que le causa, la utilización de estrategias y personas para conseguir que continúe, la violencia física y psicológica a la que les someten unos adultos que se saben incapaces de resolver los problemas de la humanidad por sí mismos y le hacen creer que él, Ender, es el único que puede salvar a la humanidad.

Mientras Ender se entrena, su hermano y su hermana se introducen de forma anónima  (virtual)en los círculos políticos  y sociales en los que se toman decisiones a nivel global.

Una vez finalizado el juego de forma sorpresiva, los hermanos Wirggin, ellos y ella,  participan de forma diferente en el gran juego de conducir a la humanidad hacia el futuro.

Puede parecer un argumento corriente,  sobre todo porque contar las claves de la novela le quitaría todo interés, y por eso no las desvelo, pero hacía tiempo que un libro no me impactaba en la forma en que éste lo ha hecho. Otros me han emocionado hasta las lagrimas o me han interesado hasta pasar la noche en blanco. Este  me ha impactado.

Un análisis desde el punto de vista de la igualdad de género lo hace tremendamente machista: sólo tres mujeres intervienen en la historia y ninguna sale bien parada.

El autor es Orson Scott Card


	

Marcha atrás, no; hay alternativas

1. Hoy se hace público un interesante estudio, elaborado a partir de una encuesta solicitada en 2010 por la presidencia española del Consejo Europeo, que pone de manifiesto la violencia soportada por las mujeres europeas, que no somos precisamente las que estamos en peores condiciones.

Los datos son abrumadores:

  • El 30% (62 millones) han sufrido violencia física o sexual.
  • El 55 % (102 millones) han sido acosadas sexualmente.
  • El 43% (80 millones) han sufrido violencia psicológica.
  • El 5% (10 millones) han sido violadas y otras tantas han sido privadas de libertad, incluso dentro de sus propias casas.
  • Sólo el 34%  denuncia la agresión.

2. Ayer se presentó en Jerez un libro, Desiguales por ley, sobre el mismo tema pero contextualizado a la situación de las mujeres en España, con especial incidencia en los aspectos legales y su influencia en la vida diaria de mujeres y hombres. Lo escribe María Pazos, una de las mujeres que desde su ámbito profesional  (estudios fiscales, economía y estadística) promueve iniciativas de cambio dirigidas a avanzar hacia una igualdad real en la sociedad actual.

desiguales

En él la autora  pone al descubierto las vergüenzas de nuestras políticas públicas, sosteniendo que la legislación (incluyendo la Ley de Igualdad) incentiva el reparto del trabajo ligado al sexo (la familia tradicional), impide el reparto igualitario de las tareas de cuidado de las personas dependientes, y la permanencia de muchas mujeres en el trabajo a lo largo de su vida, con nefastas consecuencias para su vida actual y futura. Y presenta una alternativa derivada de su conocimiento de las realidades de otros países y del convencimiento de que no hay justicia social sin igualdad.

3. En un momento en el que nuestra sociedad da pasos agigantados en la pérdida de derechos que creíamos adquiridos para siempre, en los que hemos pasado de solicitar la encuesta con la que iniciaba esta entrada a retroceder tres décadas en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que alguien defienda con argumentos que hay caminos para conseguir la igualdad efectiva y que su logro será beneficioso para la sociedad en su conjunto, incluso en términos económicos, me parece una buena noticia.