En los últimos días mi hijo ha perdido al compañero de su vida durante los últimos nueve años. Es verdad que un amor de nueve años vividos con intensidad vale mucho más que toda una vida de rutina. Y también que desde que se conocieron sabían que era fácil que, aunque durara toda la vida, su relación no sería demasiado larga en el tiempo. Pero nada de eso hace menos dolorosa la pérdida.
¡Qué dura es la vida para algunas personas! Es durísima una pérdida repentina, pero no lo es menos ver y sentir que la persona a la que quieres se te está yendo como agua entre las manos, sin que puedas hacer nada para evitarlo. Sólo acompañarla como siempre, servirle de apoyo y consuelo y respetar sus deseos, incluso si no estás de acuerdo con ellos.
Poder despedirse de forma consciente, manifestarse mutuamente los sentimientos que la separación provoca, aunque nunca se consideren suficientemente expresados, aporta a la persona que se va consuelo y tranquilidad, y a quien se queda, además, recuerdos imborrables del amor y el afecto que les unió hasta el final.
Y ahora la vida debe seguir. No será fácil, sin duda. Quedan muchos momentos de dolor, muchas lágrimas por llorar, muchos espacios que llenar, mucho tiempo para recordar… Pero hace mucho tiempo que sabemos que hay que vivir el presente porque el pasado se fue y el futuro no sabemos si llegará, lo que tenemos es el hoy y no está vacío: en él hay amigos y amigas que siempre han estado y siguen estando ahí, de forma incondicional, y familiares que apoyan sin invadir tu espacio, en lo que somos expertas las mujeres de mi familia. Y el trabajo, una buena terapia cuando aquello a lo que te dedicas te gusta y puede llenar tu vida.
Así es, Engracia, la vida es muy dura y te da cada golpe que no encuentras explicación. Lo bueno que te quede de Fran es lo que hay que recordar, los años que ha sido feliz con Rafa, los momentos inolvidables que ahora se convierten en recuerdos, como decía nuestra amiga María. Un abrazo a los dos.
Un abrazo Engracia.
De la vida y de los golpes sabes muchísimo, pero nunca nos inmuniza…
El presente , el trabajo y la fuerza del amor…
Gracias por compartir…