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Manifiesto del Orgullo LGTB 2016

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El pasado viernes, un poco antes del día establecido, se leyó en Guadalcacín, coincidiendo con la puesta en escena de la comedia Tarde de terapia. Este año, dadas las circunstancias, me parece oportuno ponerlo aquí:

Lo habéis vuelto a conseguir. Habéis logrado de nuevo que este pueblo se llene de color, dignidad, alegría, lucha, compañerismo, libertad y respeto; y se inunde, sobre todo, de orgullo. Hoy estamos aquí para celebrar la igualdad de derechos y la convivencia en la diversidad, esa causa que enriquece a toda la sociedad y es cada vez más real.

Toda esa visibilidad es un grito de libertad en las calles, en las plazas, en todos los rincones. Hoy nos volvemos a manifestar para celebrar todo lo que hemos logrado, para reclamar todo lo que nos queda por lograr y para poner voz a todas aquellas personas que no pueden hacerlo.

Hoy queremos alzar la voz para que se escuchen nuestras reivindicaciones:

Nos manifestamos porque es urgente la aprobación de una Ley Integral de Transexualidad que atienda a mayores y menores independientemente de su lugar de nacimiento. No podemos permitir durante más tiempo que la transexualidad siga considerándose una enfermedad. ¡Exigimos su despatologización ya! No basta con que ya haya leyes en algunas comunidades autónomas, se ha de garantizar una igualdad real en todos los territorios del Estado.

  1. No manifestamos porque necesitamos una Ley de Igualdad LGTBI que fuerce a las administraciones a tomar medidas proactivas a favor de la visibilidad y de la igualdad de las minorías sexuales. Esa ley deberá garantizar la no discriminación en todos los ámbitos, y crear un observatorio independiente que controle su cumplimiento.
  2. Nos manifestamos porque urge la aprobación de un pacto de Estado por el VIH y frente al estigma y la discriminación. Tras treinta años de pandemia y de bandazos en los planes estatales, no podemos bajar la guardia.
  3. Nos manifestamos porque exigimos medidas efectivas en el sistema educativo para tratar la diversidad sexual y de género. La educación es la clave para una convivencia en igualdad de derechos. Pedimos medidas preventivas frente al acoso escolar por razones de orientación sexual y/o identidad de género, la forma de acoso más frecuente y extendida en la mayor parte de los centros educativos españoles.
  4. Por último, pero no menos importante, nos manifestamos este año 2016 por la visibilidad de las personas bisexuales. Porque la bisexualidad, esa orientación sexual tan desconocida y a veces cuestionada, es una parte de la sociedad. Por ello, las entidades que pertenecemos a la FELGTB hemos declarado 2016 como el Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad.

Hoy nos manifestamos por lo logrado, por lo que nos queda por lograr y por todas aquellas personas que no pueden hacerlo. Que no pueden manifestarse porque pondrían su vida en peligro, porque las leyes de sus propios países no respetan su dignidad; leyes que les castigan con penas de prisión por mostrar públicamente su orientación sexual y que les niegan su identidad de género. Parémonos un segundo a pensar que un elevado número de países algunas de las personas que estamos aquí reunidas podríamos ir a la cárcel por el mero hecho de celebrar la diversidad. Pensadlo y descubriréis lo importante que es estar hoy aquí.

La homofobia golpeó recientemente con todo su odio a las personas que salieron a divertirse en la discoteca Pulse, de Orlando. Las mataron por el simple hacho de ser homosexuales o bisexuales. Las mataron por el simple hecho de vivir su vidas de la manera que eligieron hacerlo. Que sirvan estas palabras y esta celebración de la diversidad como homenaje a todas las víctimas de la masacre de Orlando, así como de todas aquellas personas que fueron y son señaladas por no renunciar a su visibilidad, su libertad y su dignidad.

Porque, que quede bien claro: amar es un derecho.

CARTEL TEATRO LGTB

Y para terminar una cita de alguien que luchó por sus derechos y los de todas las personas, fuera cual fuera su orientación sexual o de género:

«En su modelo de sociedad no quepo yo. En el mío, sí cabe usted». Pedro Zerolo

Contra la homofobia

El pasado viernes, aprovechando que el 17 de mayo se considera el día internacional contra la homofobia, hemos hablado en clase (segundo de ESO) del tema.

Me he dado cuenta de que intelectualmente entienden y aceptan la homosexualidad como algo normal, aunque no tengo muy claro si porque saben que eso es lo correcto y tienden a decirnos lo que saben que queremos oir, o porque de verdad lo creen.

Conocen a adultos, hombres y mujeres, que prefieren a personas de su mismo sexo. Pero si intuyen en alguno de sus compañeros (especialmente en los chicos, sí) algún detalle que les haga pensar que puede ser gay, sus puyas, sus insultos, sus motes, estarán preferentemente destinados a destacarlo en tono ofensivo.

Pero ¿qué se puede esperar de los y las adolescentes si entre los adultos en el lenguaje ordinario la mayor parte de las veces se usan  las palabras relacionadas con el tema en sentido peyorativo? ¿Si lo que oyen en su casa es, mayoritariamente, negativo en el fondo y en la forma? ¿Si en la fachada de una discoteca de ambiente se ha mantenido durante meses una pintada que les tachaba de ENFERMOS, así, con mayúsculas?

Algunos reconocen que no se sienten seguros respecto a sus propias inclinaciones, o han escuchado que eso es normal aunque a ellos no les pase, y otros no quieren saber nada de dudas. Y cabe dentro de lo posible que sean estos últimos los más dudosos y los que más molestan a los «sospechosos», porque el miedo es mal consejero.

Creíamos estábamos en camino de alcanzar la igualdad efectiva pero en esto, como en tantas otras cosas, estamos caminando en sentido contrario, marcha atrás.

Si no se lo creen, lean este artículo de Carlos Elordi que aporta los datos objetivos.

La homofobia crece en Europa

 

Semana santa

Parece mentira que en siglo XXI sigamos organizando el tiempo en torno a las fases de la luna, como seguramente se hacía ya en la prehistoria. Pero sí, la primera luna llena de primavera coincide con la semana santa. Semana de pasión, la llama la Iglesia. Y este año, efectivamente, para ellos debe serlo, a poca vergüenza que tengan.

Por fin, está saliendo a la luz una de sus lacras: la pederastia. ¿Como puede alguno de sus obispos pretender rebajarla al calificarla de efebofilia, escudarse en el secreto de confesión para no tomar medidas, o decir que el que esté libre de culpa que tire la primera piedra? ¿No se dan cuenta de que predican moralidad, que juzgan a los demas con criterios severísimos (¡pobres de las mujeres que abortan!), que luego no aplican cuando de sus curas se trata? ¿Como han podido mantener en contacto con niños a personas de las que sabían positivamente que estaban abusando de ellos y seguir predicando a los demás amor al prójimo, castidad, decir la verdad, …? Se les olvido aquello de Lo que hicierais a uno de estos pequeñuelos a mí me lo hacéis. Son sepulcros blanqueados, que pretenden justificar en la debilidad humana los fallos institucionales. Es verdad que si hay padres que abusan de sus hijos (sobre todo de sus hijas), no debería extrañarnos tanto que lo haga un cura. Pero sus superiores no tienen disculpa alguna. Lo han conocido y consentido, lo han ocultado y permitido que mantuvieran sus puestos mientras no hubiera riesgo de escándalo. Y cuando lo había un traslado era castigo suficiente. ¿Por qué piensan que están por encima del bien y del mal, que no tienen que dar cuenta a la sociedad de sus delitos? ¿Será porque hace siglos que tienen la sartén por el mango, que deciden lo que se puede y lo que no se puede hacer, que orientan la moral pública? ¿Añoran el tiempo en el que lo que ellos consideraban pecado, el régimen lo convertía en delito?. Todavía hay quien recuerda (yo, por ejemplo) que trabajar los domingos y fiestas de guardar (entre otras muchas cosas) estaba multado y era el cura en la misa el que autorizaba el trabajo dominical durante la recolección. (Se permitía cosechar y no era obligatorio ir a misa).

No puedo entender que esto no suponga el comienzo de una revolución para la institución que es la Iglesia. Y no creo que pueda mantenerse si no se adapta al mundo actual. No tiene sentido mantener como intocables normas que ellos mismos han implantado. Pretenden que su religión fue elaborada por Cristo, pero el que ellos aceptan como fundador eligió como apóstoles a hombres casados y no habló para nada de celibato (una de las causas de la pederastia), perdonó a la mujer adúltera (los hombres adúlteros nunca han necesitado perdón), no parecía interesado en el control de la sexualidad (una de las mayores preocupaciones de sus seguidores) y trató a las mujeres como se las trataba en la sociedad en la que vivió.

Entiendo que hay muchas personas que no pueden aceptar que cuando la vida se acaba se acaba todo para el individuo, y la vida sigue. La necesidad de trascendencia que produce la conciencia de ser, y ser temporal, hace de la religión, para algunos, una necesidad que la Iglesia lleva explotanto veinte siglos. Pero al menos debería adaptarse a los tiempos: hijos, los que vengan, sólo para los quicos, el resto, digan lo que digan, seguirán usando métodos anticonceptivos efectivos; el celibato para quien lo quiera, que ya decía Pablo de Tarso que es mejor casarse que abrasarse; homosexuales o heterosexuales ¿qué más da si el sexo no tiene, como querían, como único fin la procreación? (¡qué desperdicio!); la igualdad de hombres y mujeres se va abriendo camino, oponerse a ella es ir contra corriente y quedarse pronto con la mitad de seguidores.

Precisamente porque la religión responde a una necesidad humana tiene probabiliadades de mantenerse. Pero si pretende ser un referente moral debe deshacerse del lastre que han supuesto tantas actuaciones desastrosas, hacer una catarsis profunda, reconocer sus errores y actuar en consecuencia. Y el Papa es parte del problema, no creo que pueda ser parte de la solución puesto que también él ocultó lo que sabía en Alemania.

Aunque, bien pensado, hasta ahora les ha ido estupendamente el método de haz lo que digo, no lo que hago. ¿Qué ha cambiado? Sólo que se han publicado cosas que eran conocidas de todos. Hace tiempo que nadie se llama a engaño

Escrito el 02/04, cuando no tenía conexión a internet