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¿Celebración o reivindicación?

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Este año, por fin, no hay discusión: el ocho de marzo muchas mujeres y bastantes hombres  (no los suficientes, desde luego) reivindicamos los derechos de las mujeres. Los que en algunos países, el nuestro entre ellos, la ley nos reconoce pero la sociedad no hace efectivos, ni en el ámbito privado ni en el público.

Por fin parece que comienza un movimiento internacional, porque la lacra de la violencia contra la mujer es mundial, con la convocatoria de una protesta de mujeres que busca evidenciar cómo sería el mundo si las mujeres no hiciéramos lo que hacemos, nos paguen por ello o no. La convocatoria se ha extendido a muchos países, España entre ellos. Si hoy ves mujeres vestidas de negro o de lila, entiende que están, estamos, reivindicando igualdad, protestando por la violencia de género que lleva 18 mujeres asesinadas (no muertas) a manos de sus parejas, exigiendo «que pare el mundo porque nos están matando, porque no funciona sin nosotras, que paren las calles hasta que podamos transitar seguras, que paren los feminicidios porque nuestras vidas no están a disposición de otros».

Para quienes piensan que no es para tanto, que nos quejamos por vicio, copio aquí el texto que una amiga me envió por WhatsApp, que recoge situaciones habituales que desvelan los micro, o no tan micro, machismos que todas sufrimos o hemos sufrido:

Me dijeron:
No te pongas ese vestido tan corto.
Y después violaron a una mujer cuando llevaba sus vaqueros favoritos.

Me dijeron:
No te quedes hasta muy tarde.
Después arrancaron la ropa y tocaron los pechos de una chica a plena luz del día en unas fiestas populares.

Me dijeron:
No viajes sola por la noche.
Y después violaron y mataron de día a dos mujeres, cuando descubrían el mundo, acompañadas la una de la otra.

Me dijeron:
No cojas el transporte público por la noche.
Luego manosearon a una chica en el metro, sin que nadie hiciera nada, de camino a la universidad.

Me dijeron:
Pídele a algún amigo que te acompañe a casa.
Y luego señalaron y llamaron calientapollas a una chica cuando lo hizo.

Me dijeron:
No sonrías a extraños.
Y luego gritaron borde, puta y quiéntecreesqueeres a una mujer por pasar de largo.

Me dijeron:
No bebas mucho.
Y después pusieron droga a una chica en su bebida.

Me dijeron:
Ten siempre el teléfono a mano.
Y luego una mujer recibió en ese mismo teléfono un vídeo de todas las cosas que le habían hecho la noche anterior.

Me dijeron:
No te vayas con desconocidos.
Y luego una mujer fue violada por un amigo. Una pareja. O un familiar.

Me dijeron:
Denuncia.
Y después le preguntaron qué llevaba puesto, cuánto bebió y por qué se fue con él.

Me dijeron. Me dijeron. Me dijeron.
Ten cuidado, ten cuidado, ten cuidado.
Lo tuve. Lo tengo. Lo tendré.
Hice todo lo que me dijeron.
Ahora explícame qué es lo que hice mal.

Estoy de acuerdo: no todos los hombres sois así.
Pero entiéndelo tú.
A todas las mujeres nos pasa. A todas nosotras.
A mi madre. A mí. A mi hija. A mi amiga. Y a mi compañera de trabajo.
A tu madre. A tu mujer. A tu hija.
A todas las mujeres.
¿Lo empiezas a entender?

No me digas a mí lo que tengo que hacer.
Díselo a ellos.
Enséñales consentimiento.
Enséñales que NO significa NO.
Enséñales respeto.
Enséñales que las mujeres no somos un juguete, ni un objeto, ni una propiedad.
Enséñales a ser responsables.
Enséñales a no violar.

A veces me pregunto si nos odiáis.
A veces me pregunto por qué nos odiáis.
De forma lógica. De forma emocional. Diciendo. Preguntando. Rogando.
Lo hemos intentado todo.

Ya no sé qué más decirte.
Ya no sé cómo explicarlo.
Ya no sé cómo pedirlo.
Qué coño queda por hacer.
No queda nada.
Excepto dolor.
Y rabia.»

Vitika Roy

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La vida de las abuelas

Un grupo de abuelas del alumnado del centro vinieron al instituto para contarnos cómo había sido su vida. Pretendíamos que nuestros jóvenes se hicieran conscientes, en el Día de la Mujer, de lo mucho que la sociedad debe a las generaciones 2013-03-08 11.14.55precedentes, especialmente a las mujeres que soportaron la carga más dura; también de cómo ha cambiado la situación de la mujer al ver el contraste entre el ayer y el hoy.

Fue emocionante escuchar a las mayores (algunas son muy jóvenes) contar las penalidades que pasaron para sacar sus familias adelante, el doble trabajo en casa y fuera, la falta de aprecio por su labor, la falta de colaboración de los hombres de la familia, su imposibilidad de acceso a la educación en la infancia… y ver como los chicos y chicas escuchaban, preguntaban, querían saber.

Y descubrimos que algunas de ellas son más modernas en relación con la igualdad de género que sus hijas. Tienen lucidez y perspectiva para ver la realidad y no entienden que haya mujeres que sigan dominadas por los hombres. Y vaya si las hay. En su generación, en la de sus hijos, y en la de sus nietos.

Decía una de ellas, para explicarlo, que cuando en la escuela de adultos (a la que muchas han asistido y algunas siguen asistiendo) se proyectó una visita a Córdoba, la mayoría de las mujeres dijeron que tenían que consultar a sus maridos, y al oírlas a ella se la llevaban los demonios (sic):

– ¿Por qué le voy a preguntar si quiere que vaya? ¿Acaso él me pregunta si me parece bien cuando se va de cacería?

Se puede entender, aunque no se justifique, la situación que ellas vivieron en el contexto de entonces. Es menos comprensible que sigan existiendo situaciones de dominación  entre las madres del alumnado y sus parejas, y puedo asegurar que existen, y no son pocas. Y es totalmente inadmisible que se establezca ese tipo de relación enfermiza entre jóvenes adolescentes.

Que los chicos intenten que ellas no vean a sus amigos, que no hablen con sus exnovios, que no usen ropa ajustada, no es raro.  Y que ellas pasen por el aro tampoco, aún siendo conscientes de sus renuncias.

Quizá no sea tan raro si tenemos en cuenta los ejemplos de las personas públicas:

Nuestra vicepresidenta dice que la conciliación nos toca a las mujeres

Un dirigente del PSOE envía a una ministra a hacer punto de cruz

Consiguen la alcaldía de Ponferrada con el voto de un condenado por acoso sexual, aunque luego se arrepientan.

Y podríamos seguir. Si quieres datos, aquí hay cinco gráficos que hablan de lo que nos falta en igualdad

 

A ti, mujer

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Para recordar este estupendo recital al que asistimos ayer, dejo aquí la selección de canciones que Mario e Ignacio nos ofrecieron presentadas por Elisa, quien fue poniendo en contexto y comentando la realidad que  retrata cada una de ellas hasta completar el marco en el que ha evolucionado la realidad de las mujeres en España y en el mundo, haciéndonos conscientes, a la vez,  de lo que queda por hacer.

Como sólo dispongo del Tango de las madres locas en versión de estos cantores, de las demás coloco versiones de quienes las cantaron originalmente y en  muchos casos son también sus autores.

Como las canciones fueron seleccionadas precisamente por sus letras, las incluyo.

José Luis Perales: A ti, mujer

A ti, mujer,
no importa quien seas,
ni de donde vengas,
ni por que te vas.

Mujer,
quisiera escribirte una carta de amor.
Porque eres el centro en el universo
y creo en ti.

Mujer,
que tocas la noche y la llenas de luz,
que tienes problemas, anhelos y penas
y creo en ti.

A ti,
que tienes algo que decir
y estás callada.
A ti,
que te negaron el amor
y estás cansada.
A ti,
que empiezas a vivir.
Y a ti,
que no te queda nada.
A ti,
quiero escribirte hoy mi carta.

A ti, mujer,
que cruzas la lluvia,
buscando refugio
en este taller

Mujer,
quisiera escribirte una carta de amor,
quisiera decirte mirando tus ojos,
que creo en ti.

Mujer,
que sueñas el vuelo de la libertad,
que agitas tus alas buscando el cielo;
y creo en ti.

A ti,
que tienes algo que decir
y estás callada.
A ti,
que te negaron el amor
y estás cansada.
A ti,
que empiezas a vivir.
Y a ti,
que no te queda nada.
A ti,
quiero escribirte hoy mi cart

Pedro Guerra: Niña

Quizá te busquen
porque naciste,
quizá te midan por mujer,
quizá te acosen
porque creciste,
quizá te odien por mujer,

pero no dejes
de ser la niña
que abraza
todo lo que hay en si,
pero no dejes de ver el mundo
como un espacio por compartir.

Quizá te insulten,
quizá no nazcas,
quizá te anulen por mujer,

quizá no llegues
a ser tú misma,
quizá te empujen por mujer,

pero no dejes
de ser la niña
que abraza
todo lo que hay en si,
pero no dejes de ver el mundo
como un espacio por compartir.

Pedro Guerra: Lara

Lara está creciendo
a pesar suyo descubriendo
que crecer es ir perdiendo
las ventajas que nos daba la niñez

Lara está creciendo
a pesar nuestro sorprendiendo
por lo rápido que pasa el tiempo
y en el horizonte la vejez

Lara atravesando el túnel de la confusión
Lara que no sabe lo que es bueno y lo que no

Lara pretendiendo
ser más rápida que el viento
y escogiendo sólo aquello
que la vida nos regala con placer

Lara que se siente triste que se siente rara
Lara hace equilibrios en el puente que separa
el pasado del mañana

Lara discutiendo
lo sencillo y lo complejo
ignorando los consejos
inventando por sí misma el devenir

Lara decidiendo
qué hay que hacer con este incendio
y se quema con el fuego
de la vida y el impulso de vivir

Lara atravesando el túnel de la confusión
Lara que no sabe lo que es bueno y lo que no

Lara está creciendo
y se observa en un espejo
que confunde su reflejo
pero busca porque quiere ser feliz

Lara que se siente triste que se siente rara
Lara hace equilibrios en el puente que separa
el pasado del mañana.

Jeanette: Soy rebelde

Yo soy rebelde
porque el mundo me ha hecho asi
porque nadie me ha tratado con amor
porque nadie me ha querido nunca oir
yo soy rebelde
porque siempre sin razon
me negaron todo aquello que pedi
y me dieron solamente incomprension
Y quisiera ser como el niño aquel
como el hombre aquel que es feliz
y quisiera dar lo que hay en mi
todo a cambio de una amistad
y soñar, y vivir
y olvidar el rencor
y cantar, y reir
y sentir solo amor
Yo soy rebelde
porque el mundo me ha hecho asi
porque nadie me ha tratado con amor
porque nadie me ha querido nunca oir
Y quisiera ser como el niño aquel
como el hombre aquel que es feliz
y quisiera dar lo que hay en mi
todo a cambio de una amistad
y soñar, y vivir
y olvidar el rencor
y cantar, y reir
y sentir solo amor.

Amparo Ochoa: Mujer

Mujer Si te han crecido las ideas
de ti van a decir cosas muy feas
que, que no eres buena, que, que si tal cosa
que cuando callas te ves mucho más hermosa

Mujer, Espiga abierta entre pañales
cadena de eslabones ancestrales
ovario fuerte, dí, di lo que vales
la vida empieza donde todos son iguales
Angela, Jean, o antes Manuela
mañana es tarde y el tiempo apremia

Mujer, si te han crecido las ideas
de ti van a decir cositas muy feas
cuando no quieras ser incubadora
diran: no sirven estas mujeres de ahora

Mujer, semilla, fruto, flor, camino
pensar es altamente femenino
hay, hay en tu pecho
dos, dos manantiales
fusiles blancos y no anuncios comerciales

Angela, Jean, o antes Manuela
mañana es tarde y el tiempo apremia
Angela Jean, o antes Manuela
mañana es tarde y el tiempo apremia
Te digo mañana es tarde
te digo que el tiempo apremia,
Te digo mujer que es tarde
Oye el tiempo apremia
Angela Jean…..

Silvio Rodríguez: Eva

Eva no quiere ser para Adán
la paridora pagada con pan
Eva prefiere tambien parir
pero después escoger donde ir
por eso adquiere un semental
y le da usos sin dudas normal
Eva cambió la señal

Eva sale a cazar en celo
Eva sale a buscar semilla
Eva sale y remonta vuelo
Eva deja de ser costilla (bis)

Eva no intenta vestir de tul
Eva no cree en un principe azul
Eva no inventa falso papel
el fruto es suyo con padre o sin él
Eva se enfrenta al que diran
firme al timón como buen capitan
y encoge hombros

Eva sale a cazar en celo
Eva sale a buscar semilla
Eva sale y remonta vuelo
Eva deja de ser costilla (bis)

Víctor Manuel: Mujeres

Mujeres que venís de un largo viaje,
mujeres que venís de la más ciega oscuridad,
ayer formabais parte del paisaje
y nadie os ha venido el futuro a regalar.
Mujeres sepultadas en rutinas
pariendo como único destino natural.
Lo viejo no se acaba de marchar,
lo nuevo ya está viejo y nunca acaba de llegar.
La Historia os ha pasado por encima
sin voz ni voto hicisteis el camino al caminar,
la Historia ya sabéis quién la escribía
y nunca imaginó que hombre y mujer fueran igual.
La Iglesia discutió si tenéis alma,
prohibía disfrutar si no queríais procrear.
Podíais conseguir el pasaporte
si aquel marido o padre lo quería autorizar.
Mujeres que llegáis a un tiempo nuevo
para las que el futuro es igualdad
nada ni nadie va a truncar el vuelo:
la Historia no camina marcha atrás.
Mujer, los hombres son un avispero
y hay muchos que se matan por el gusto de matar,
lesgusta recordar que fueron dueños
cuando no imaginabais escapar ni protestar.
Mujer de la semilla hasta el incendio
estás presente en todo lo que quieras hoy estar.
Mujer, cuanto más libre, más te quiero
defiende contra todos tu sagrada libertad.

Alfonsina Storni: Hombre pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
Suelta a tu canario que quiere volar
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
yo soy el canario, déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,

hombre pequeñito, qué jaula me das.

Digo pequeñito porque no me entiendes,

porque no me entiendes, ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto

ábreme la jaula que quiero volar.

Hombre pequeñito, te amé media hora,

no mas me pidas.

Del siguiente, Tango de la madres locas, de Carlos Cano, tengo la interpretación que Ignacio y Mario hicieron en el Ateneo:

Todos los jueves del año
a las once de la mañana
junto a la Plaza de Mayo
con lluvia, frío o calor
te esperaré vida mía
frente a la Casa Rosada,
la espina de tu mirada
clavada en mi corazón.

Me dicen que no te fuiste, mi bien
que te desaparecieron
que te vieron en la cuneta
cantando «El Yira» de Carlos Gardel
que de pronto te esfumaste
que te borraron del mapa
que ni siquiera naciste
que medio loca mamá te inventó.

Con Malvinas o sin Malvinas
grito tu nombre por las esquinas,
mientras que los generales
se dan al Tango
por los portales.
Tango de las madres locas,
coplas de amor y silencio.
Con vida se los llevaron
y con vida los queremos.
Con Malvinas o sin Malvinas
¿Dónde está Pedro? ¿Dónde está Lidia?
Con Malvinas o sin Malvinas
grito tu nombre por las esquinas.

Cada vez que dicen : «Patria»
pienso en el pueblo y me pongo a temblar
en las miserias que vienen
y en los fantasmas de la soledad
¿Petronila qué te hicieron?
¡Qué mala cara tenés!
– La que me dejó Videla
– A mí Galtieri, ya ves…

Con Malvinas o sin Malvinas…

María Elena Walsh: Como la cigarra

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aqui
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez,
y volví cantando.

Cantando al sol como la cigarra…

Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás,
tantas noches pasarás
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.

Cantando al sol como la cigarra…

Pedro Guerra: Jamás

Pensó que jamás entregaría sus manos
a quien pretendiera encadenar sus manos,
sacrificar o separar y desgajar sus manos
de la misión mundana y simple de abrazar

Pensó que jamás entregaría sus labios
a quien pretendiera amordazar sus labios
y desmembrar, abandonar o despoblar sus labios
de la misión eterna y dulce de besar

Y finalmente
pensó que jamás
entregaría su mente,
su distintivo humano,
su motor

Pensó que jamás entregaría sus ojos
a quien pretendiera emborronar sus ojos
desenfocar, oscurecer y desarmar sus ojos
de la misión precisa y firme de explorar

Pensó que jamás entregaría su pecho
a quien pretendiera desangrar su pecho
desmantelar o vaciar y mutilar su pecho
de la misión grandiosa y tierna de temblar

Y finalmente
pensó que jamás
entregaría su mente,
su distintivo humano,
su motor