Vocación

Hoy un compañero me ha dicho que, como bien dice la sabiduría popular, El que sabe, hace y el que no sabe, enseña. Y me lo ha explicado:

– ¿Cuantos ingenieros conoces que estén en un instituto enseñando? El que tiene otra salida no está aquí. (Que conste que conozco a más de uno)

Me ha llegado al alma.

He recordado (es lo que tiene ser mayor, siempre encuentras una anecdota que viene al caso) lo que decía uno de mis profesores de la Escuela Normal de Salamanca. Se llamaba Eulogio Hernández, enseñaba matemáticas,  y mantenía que estudiando en una ciudad universitaria con muchas opciones, los que hacíamos magisterio debíamos tener una de dos razones: falta de capacidad intelectual para estudiar una carrera más exigente o falta de capacidad económica para hacer una más larga. Y luego están las excepciones, que lo hacen por vocación.

Y añadió:

– Considerense cada uno de ustedes (sí, nos trataba de usted) una excepción y no he ofendido a nadie.

Desde luego, me consideré, y sigo considerándome, maestra por vocación, y no tengo claro que sea una excepción. Me gusta enseñar y disfruto haciéndolo. Todavía ahora, y en secundaria oblogatoria, que sin duda es la etapa más dura. Y tengo la seguridad de no ser  la única.

Pero, ¡qué difícil debe ser realizar un trabajo como el nuestro sólo porque no se tiene algo mejor!

PS. Para que se note que hay muchas personas enamoradas de esta tarea, voy a enlazar los blogs o paginas de algunos estupendos compañeros distribuidos por toda la geografía. Haciendo constar que son sólo una muestra.

El blog de la clase de Gregorio en Abrucena

Los de Carmina del curso pasado y de éste

El de Lola, Navegar sin naufragar

El de Isabel Ruiz

El de José Luis Castillo

El de Juanma Díaz

El de Marina Tristán

Los de Victor Cuevas: personal y de recursos

El de Luis Miguel Iglesias

El de Miguel Rosa

El de Jaime Olmos

Uno de Colombia

educar21.es, formación de formadores de Fernando Trujillo. Ver la presentación que hay en esta entrada. Puede significar un cambio de paradigma en la enseñanza. Se está preparando el futuro.

Y tantos otros…

PS2. Y como contraste, el humor de los pacenses en carnaval:

8 comentarios en “Vocación

  1. Gente con vocación como la tuya son las que hacen falta en nuestra enseñanza, que las hay, sin duda, pero hacen falta más… y sin olvidar que los verdaderamente importantes son los niños y niñas.
    Muchas gracias por la mención.
    Un abrazo.

  2. En primer lugar, gracias por tu cariñosa mención: me emociona que te hayas acordado de nuestro humilde proyecto de trabajo. No somos más que un grupo de estudiantes y un profe en una pequeña facultad en el Norte de África pero tu apoyo nos hace grandes.

    En segundo lugar, déjame que te cuente una cosa. Cuando estudiaba BUP (cosas de la edad) mis profesores me decían que podía hacer cualquier carrera y yo les decía que quería ser profe de inglés. Aquella visión es lo que hoy hace que sea un hombre feliz con mi profesión y además me permitió disfrutar mucho de mi carrera (y llevarme un saco de matrículas de honor a mi casa cada verano para alegría y regocijo de mi padre, maestro, y de mi madre ;-).

    El que vale, vale, sea de albañil, de abogada, de ingeniera o de maestro: en todas las profesiones hay petardos y profesionales; en la nuestra, también.

    Una vez más, muchas gracias por tu entrada!!

  3. Lo primero, gracias por mencionarme. 🙂 No, no… 🙂 🙂 🙂 No, no… 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂 🙂 Ese tamaño de sonrisa es más adecuado, jejejeje…

    Lo segundo es que para mí tiene mucho valor esto que cuentas. Que ayudar a gente se considere una vocación y no algo general, dice mucho, y no bueno, de una sociedad. Que las personas que van a configurar gran parte de lo que será la sociedad dentro de 20 años sean consideradas como «segunda fila» dice mucho, y no bueno, de una sociedad.

    Vivimos en una sociedad de inmediatez y nuestro trabajo no lo es. No extraña que en nuestro contexto todo lo que tarde en llegar desde horas a años esté mal considerado. No se valora aquello que tendrá consecuencias dentro de cinco años o una, dos o tres generaciones. Sea la educación, el cambio climático, la economía… Creía que en esta crisis aprenderíamos, al darnos cuenta de que se llevaba larvando más de 25 años… Y no. Y encima estamos poniendo los cimientos de la siguiente crisis ahora mismo, actuando como lo estamos haciendo.

    Y en último lugar… Jejejeje… Yo niego rotundamente ser un referente. Solo soy visible. Pero dentro de poco (o de mucho, pero espero que sea poco) habrá más gente que se irá haciendo visible. Y yo iré diluyéndome. Pero no las ideas que vamos defendiendo, como colectivo (des)organizado que se hace presente en las redes. Esas se harán más fuertes cuanta más gente llegue, cuanto más nos diluyamos los que ya estamos. Las ideas serán tomadas por otra gente y llevadas más allá.

    Jejejeje… Que yo pueda ser considerado referente es una mala noticia! 🙂 Que espero que muy pronto vaya apareciendo cada vez más gente que eclipse a los referentes que ahora mismo hay será la mejor noticia.

    Creo…

    Eso no quita ni un punto a lo agradecidísimo que te estoy por la mención. 🙂

  4. Hola!

    Gracias a que me enlazaste, he podido encontrar esta bonita entrada y gran blog. Es una pena que siga habiendo gente que piense así desprestigiando nuestra profesión, pero una fortuna que también existan como tú y tantos otros: VOCACIONALES.

    Mil gracias por la mención.

    MarinaCTristán

  5. De nuevo de cuerdo contigo.
    En estos días del «ji, ji, ji, ja, ja, ja» en los que parece que todo vale hay que reivindicar la vocación. Sí, la vocación y la voluntad de haber elegido lo que uno ha querido pudiendo elegir otras cosas. Yo fui alumno del COU, podría haber pasado directamente a la Escuela de Magisterio, pero decidí presentarme a la dichosa Selectividad, que aprobé. Así que estudié magisterio por fascinación al mundo de la enseñanza y, aunque parezca increible, a la posibilidad de cambio que representa la educación.
    ¡Gracias Engracia! Nos recuerdas dónde estamos y de qué vamos.

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