Estimada señora:
Una noche que yo andaba desvelada la escuché a usted en la radio de madrugada. Llamaba muy indignada para contar a quien quisiera oírlo lo desconsideradamente que la habían tratado en la guardería en la que su hijo tenía una plaza (por cierto, subvencionada al cien por cien, incluyendo la comida, aunque usted no trabaja fuera de casa; a pesar de los recortes en educación).
La dirección de la guardería había citado padres y/o madres para explicarles el funcionamiento, las normas, la atención que ofrecen… especificando que debían acudir sin los niños. Usted explicaba que decidió llevar a su hijo no porque no tuviera con quién dejarlo sino porque iba a una guardería: alguien se haría cargo de él.
¿Y usted habla de desconsideración? ¿De verdad le parece lógico (es la palabra que más veces utilizó en su exposición) empezar su relación con las personas que se van a hacer cargo de su hijo dejándoles así de claro que lo que le digan le va a entrar por un oído y a salir por el otro?
A usted no le parecía lógico, tampoco, que no respondieran a sus expectativas poniendo una educadora a su servicio, demostrando lo que valora el trabajo de las personas que van (o no, porque usted no tenía claro si iba a llevarlo después del mal trato recibido) a educar a su pequeño. Da por supuesto que sus caprichos, que no otra cosa había sido el acudir acompañada, deben alterar el funcionamiento del centro, el tiempo dedicado a la preparación de material, espacios… a prepararse para recibir a su hijo como se merece al día siguiente.
Naturalmente, no le pareció lógico que le llamaran la atención cuando su hijo impedía el desarrollo de la reunión, y mucho menos que cuando usted fue incapaz de controlarle le pidieran que lo llevara fuera para que el resto de madres y padres se enterara y pudiera exponer con tranquilidad sus dudas y recelos. (La primera separación es muy costosa). Si quiere que le diga la verdad, no debería usted haber esperado a que se lo pidieran, por respeto al resto de los asistentes y a la convocante.
Y lo que menos lógico de todo le parecía es que en las guarderías haya normas: que no lo pueda llevar a la hora que quiera, que le digan que debe desayunar antes.
Todo esto deja muy claro que es lo que usted busca: un garaje para niños, un sitio donde dejar a su hijo cuando le conviene, como mucho un centro asistencial. Porque si quisiera un centro educativo sus planteamientos serían otros.
No tiene usted conciencia de que la educación infantil (de 0 a 6 años) es educación. En la guardería pública su hijo, junto a los 13 restantes del grupo, va a recibir atención a sus necesidades físicas (aseo, comida) pero también va a convivir con otros, se va a socializar y va a aprender. No tiene usted ni idea de lo que una buena atención educativa en sus primeros años puede hacer por el futuro de una persona, lo que puede compensar las deficiencias culturales y sociales de la familia, lo que desarrolla las capacidades de cada uno en el momento en que más posible es hacerlo.
Soy maestra (jubilada) pero nunca he trabajado en educación infantil. Siempre he admirado y valorado a maestras y educadoras (las mujeres son mayoría) de esta etapa, que requiere una adaptación, comprensión y trabajo físico mayor que ninguna otra. Y me duele que se menosprecie su trabajo. Más en un momento en que peligra la consideración de la etapa como educativa. ¿Sabía usted que para la LOMCE es asistencial? No es usted consciente de lo que perderíamos.
«En los primeros años se ponen los cimientos de todo lo que se va a construir, a aprender y a hacer a lo largo de la vida. Por esto la educación infantil asume una importancia fundamental en toda la educación». Francesco Tonucci. Pedagogo
Cordiales saludos.
Engracia Santos
P.S. Como esta carta es abierta y puede que la lean personas que no conozcan el funcionamiento de las guarderías, éstas tienen un horario educativo fijo en el que suelen admitir unos 15 minutos de flexibilidad. Se puede ampliar por necesidades familiares, generalmente trabajo de padre y madre, antes y después, con la justificación pertinente (horario asistencial).