Lo que dije en EABE12

No soy la típica directora: necesito las clases para sentirme a gusto conmigo misma. De ellas obtengo la energía para el trabajo burocrático. Las disfruto.

Al pensar en mi ejercicio de la dirección, me vienen a la mente situaciones que dan una idea de lo que implica:

  • Algunas muy difíciles:
    • Tener que llamar la atención a un colega por falta de profesionalidad
    • Trabajar con personas a las que no les gusta y no les importa lo que hacen y por ello no lo valoran.
    • Pedir a padres/madres que tomen el control de su familia o plantearles que tememos que su hijo/a esté haciendo lo que no debe (drogas, juego…)
    • Intervenir o mediar en enfrentamientos familiares.
    • Sancionar, incluso cuando estás convencida de que es necesario.
    • Tener que enfrentarse a la Administración, sintiéndote como el jamon york del sandwich, sin interlocutores válidos en temas pedagógicos.
  • Otras gratificantes:
    • Felicitar a quien lo merece.
    • Poder decir en un Claustro o un Consejo Escolar, que los resultados académicos o la convivencia mejoran, que gran parte del exalumnado continúa estudiando…
    • Disfrutar cuando se alcanzan acuerdos que mejoran la convivencia sin pretender sacar del sistema al alumnado difícil.
    • Que alguien te diga que no está de acuerdo contigo y lo argumente: dialogar, debatir.
    • Sentir que el antiguo alumnado valora el tiempo que pasó en tu centro y las competencias que adquirió.
    • Saber que el buen profesorado que ha pasado por el centro lo recuerda con cariño.
  • Otras pesadas:
    • La burocracia que nos está absorbiendo y se lleva tal cantidad de tiempo y energía que da la impresión de que se nos quiere únicamente como gestores y no como dinamizadores o líderes pedagógicos.
    • Asistencia a reuniones nada efectivas, para que te expliquen algo que ya sabes, porque se ha publicado, o bastaría con que se enviara por email.

 

Aspectos sobre los que deberíamos debatir en este momento, porque nos jugamos el futuro de la escuela pública y los equipos directivos deberíamos abrir el fuego. (¿Álguien no se ha dado cuenta de que se pretende que nuestros centros queden para las familias que no puedan acceder a la privada?):

  • ¿Sólo gestores o líderes pedagógicos? Alguien tiene que asumir la función
  • La autonomía de los centros
  • Prestigiar la escuela pública (lo que hacemos en el EABE). Para ello:
    • Profesionalidad: nada de balones fuera ¿o no somos expertos en docencia? Si no lo somos, a otra cosa.
    • Autoevaluación de la práctica docente, imprescindible si queremos mejorar. No es sólo un invento de la la AGAEVE
    • Adptación metodológica al alumnado actual. Con TIC y con TAC pero no son ellas el cambio. Lo importante es el cambio de foco, del profesorado al alumnado, a cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
    • Asumir que aprender por competencias no es lo que estamos haciendo en mayoría de las aulas, y es lo que hay que hacer: cabezas bien organizadas, no bien llenas, personas con autonomía y capacidad para aprender y para tomar decisiones.
    • Dejar de hablar mal de ella (de nuestra escuela, que es nuestra responsabilidad)
    • Nuestros hijos, en la publica.

      foto de familia por @antosevi

Video de toda la sesión

16 comentarios en “Lo que dije en EABE12

    1. Parece que sí que interpreté el sentir de la mayoría del grupo. Ese es mi mérito, creo. En otros foros no se habría entendido igual.
      Gracias por tu participación, aquí y allí.

  1. Suscribo totalmente tus palabras, Engracia. Es más, creo que el debate que planteas además de necesario es urgente su planteamiento, ya que de no ser así corremos el riesgo de no tener escuela sobre la que debatir.

    Ha sido un placer para mí desvirtualizarte y compartir EABE13 contigo.

    Un abrazo

    1. Ya sabíamos que coincidíamos en muchos planteamientos, porque vivimos una realidad profesional muy similar y somos conscientes del sentido en el que avanzan los acontecimientos. Era necesario hacerlo público y hablar de ello.

  2. Me encantó tu intervención. Como dice Luis, fue valiente, completamente inmisericorde con la cobardía y la doble moral de muchas de nuestras acciones. Me gustó especialmente por optimista: lo que dijiste nos da la oportunidad de cambiar las cosas a cada uno de nosotros. Yo, como madre, puedo hablar bien de mi escuela, la de mis hijos e hijas, y también criticar lo criticable, pero acabar con esa imagen que proyectamos de la escuela pública, y enfocar mejor cuando juzgamos: su parte a la administración (que es muy gorda, la verdad), su parte al centro, y su parte a las familias. Pero tratando de hacerlo sin crispación, sin ese tono de queja continua que se ha instalado entre nosotros. Reconozco que a veces es difícil, pero yo voy a ser especialmente cuidadosa de ahora en adelante, sobre todo delante de la gente que lleva a sus hijos a la concertada, que en Pamplona son muchísimos (un 40%, aproximadamente) Aunque en actuaciones que reproducen el espíritu de segregación, me va a resultar muy difícil… Ainsss.

    Un abrazo fuerte, y hasta pronto, espero.

    María

    1. Yo no pretendo limitar la crítica, imprescindible para mejorar, sino que se haga en los ámbitos adecuados, allí donde está la posibilidad de asumirla para mejorar, empezando por la autocrítica, por reconocer los propios errores. Lo que no me parece de recibo es que los profesionales hablen mal de la escuela fuera de ella y al mismo tiempo echen balones fuera: sólo los demás tienen responsabilidad en el mal funcionamiento.
      Te eché en falta, aunque vi tus intervenciones, siempre un poco tarde.
      Nos veremos pronto. Un abrazo.

  3. Ya sabes que comparto todo lo que dices y lo que haces. Tu intervención fue tan clara que te has hecho visible, mucha gente lo ha comentado, ya lo sabes. Un abrazo y seguimos, este grupo de amigos y amigas, que se ha generado en el proceso de organización del EABE12, no se puede dormir. Seguimos

    1. Claro que seguimos. Lo que hemos conseguido, un grupo de amigos, no se puede perder. Mira que ha sido bueno el final, pero el camino lo ha hecho posible y ha merecido, por sí solo, la pena.
      Gracias, Loly.

  4. Engracia, me encantó tu intervención y además pude decírtelo personalmente. Me pareció valiente, clara y emotiva. Tuve un momento en que me saltaron las lágrimas, pues cuando se habla de la Escuela Pública como tú lo hiciste es difícil no emocionarse. Muchísimas gracias y un placer haberte conocido.

    1. A mí me emocionasteis vosotras y vosotros con vuestra reacción. De veras no esperaba algo tan importante. Nuestra sintonía me llegó al alma.
      Continuamos en contacto.

  5. No te voy a decir nada que no te dijera hace tres días.
    Conocerte ha sido de lo mejor de este encuentro. Oírte, además de emocionarme hasta las lágrimas, fue reconocer el espíritu de Maestra en el que siempre he creído y reivindicado.
    Un honor haber estado contigo Engracia.
    Gracias de nuevo por la energía que me has trasmitido.
    Un abrazo.

    1. La energía emanaba del grupo. Si no todos, al menos muchas hemos recargado las pilas, multiplicando la potencia de cada uno con la presencia de los y las demás. Se lo decía a Mª Carmen, y lo repito: me emocionasteis.
      Me alegro de haberte conocido. De momento nos encontraremos en twitter, y en cualquier momento en otro foro. Y el año que viene, casi seguro, en Algeciras.
      Un fuerte abrazo.

  6. Engracia, me ha encantado lo que has dicho en el EABE (que por cierto no sé lo que significa) estoy de acuerdo contigo en lo que planteas, pero el camino se avecina largo y lleno de escollos, quizás el primero seamos nosotros mismos, y la autoimagen que tenemos. Bueno, siempre está bien que alguien te de un «zamarreo» para que despiertes y te haga reflexionar sobre algunas cosas cotidianas, que no por ello dejan de ser muy importantes. Un abrazo.

  7. A mí también me has emocionado, me has recordado algo dormido de nuestras reuniones maratonianas, de proyectos, de ilusiones, de ganas de hacer bien las cosas con una gran capacidad de trabajo extra, de gente convencida de que la educación nos es un trabajo, es nuestra forma de entender y poner en práctica «nuestro trabajo» que afortunadamente forma parte de nuestra forma de Vida…

    Me alegro, siempre me he sentido orgullosa de ello, de haber sido compañera tuya, de haber trabajado bajo tu dirección «a gusto», y de que mis hijos hayan estado en una «escuela pública de pueblo, bueno de pedanía para más inri» y que también personalmente hayas estado ahí.

    Sé que siempre has sido valiente, y lo difícil que es conciliar administración con educación, compañeros y compañeras, trabajo y vida, familias, alumnado cuando es problemático, ser justa en el sentido amplio, … Estar ahí… ¡Sé que para tí merece la pena y sigues haciéndolo con las mismas ganas, o quizás más por tener menos responsabilidades familiares que antes! Sé que disfrutas muchísimo con tus clases y tus excursiones… Sé que sigues haciéndolo bien y también deseando seguir conociendo nuevas experiencias…
    Besitos.

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